La mamoplastia reductora es una cirugía plástica que va mucho más allá de la estética. Para muchas mujeres, representa la solución a problemas de salud como dolores de espalda y cuello, además de mejorar la autoestima y la calidad de vida. Sin embargo, el procedimiento todavía está rodeado de muchas dudas e información incorrecta. En este artículo, aclaramos los mitos y verdades sobre la cirugía, ayudándote a tomar una decisión informada y segura.
Mamoplastia Reductora: Mitos y Verdades Desvelados
Mito: La cirugía de reducción de mamas es solo para fines estéticos.
Verdad: Aunque la mejora estética es un resultado natural y bienvenido, la principal motivación para la mamoplastia reductora es a menudo la búsqueda de salud y bienestar. Los senos muy grandes y pesados pueden causar una serie de problemas físicos, como:
- Dolores crónicos de espalda, cuello y hombros.
- Irritaciones en la piel debajo de los senos.
- Dificultad para practicar ejercicios físicos.
- Problemas posturales.
La cirugía alivia estos síntomas, permitiendo que la paciente tenga una vida más cómoda y activa.
Mito: La mamoplastia reductora impide la lactancia.
Verdad: Esta es una de las mayores preocupaciones, pero la buena noticia es que, en la mayoría de los casos, la paciente todavía puede amamantar después de la cirugía. El Dr. José Cury realiza una técnica que preserva los conductos mamarios y la sensibilidad del pezón, minimizando el impacto en la función de las glándulas mamarias. Sin embargo, es fundamental discutir sus intenciones de amamantar con el cirujano durante la consulta inicial, ya que la técnica puede adaptarse a cada caso.
Mito: La cirugía de reducción de mamas causa la pérdida total de sensibilidad en los pezones.
Verdad: La pérdida de sensibilidad total es un evento raro. Es común que la sensibilidad disminuya justo después de la cirugía, pero generalmente regresa y se normaliza a lo largo de los meses siguientes, a medida que los nervios se recuperan. La técnica quirúrgica utilizada por el Dr. José Cury tiene como objetivo preservar al máximo la inervación de la región, garantizando que se mantenga la sensibilidad.
Mito: La mamoplastia reductora deja cicatrices enormes y antiestéticas.
Verdad: Las cicatrices son inevitables en cualquier procedimiento quirúrgico. Sin embargo, el Dr. José Cury utiliza técnicas avanzadas para minimizar su tamaño y hacerlas lo más discretas posible. La ubicación y el tipo de cicatriz dependen del volumen de las mamas y la flacidez, pero generalmente se colocan en lugares que pueden ser fácilmente cubiertos por ropa interior y bikinis. Con el tiempo y los cuidados postoperatorios adecuados, las cicatrices tienden a aclararse y volverse casi imperceptibles.
Mito: El resultado de la mamoplastia reductora es definitivo, sin riesgo de que los senos vuelvan a crecer.
Verdad: La cirugía elimina el exceso de tejido mamario, pero no impide que el resto del tejido y las glándulas mamarias reaccionen a factores como el aumento de peso y los cambios hormonales. Para mantener los resultados a largo plazo, es fundamental que la paciente adopte un estilo de vida saludable, con una dieta equilibrada y la práctica regular de ejercicios físicos. Si todavía tienes dudas sobre la mamoplastia reductora, programa una consulta con el Dr. José Cury. Él está listo para proporcionar toda la información necesaria para que te sientas segura y confiada en tu decisión.